¡Hola a tod@s! A pedido de una de nuestras lectoras, empezaré el blog con el tema de los insectos. “¿Insectos? ¿Por qué diablos insectos?” Dirán algun@s de ustedes. En realidad, es un tema que en el mundo de la conservación es bien conocido. Como bien sabrán por experiencia personal, hay insectos varios que en nuestras casas causan tremendos problemas en los muebles de madera, en la ropa, en los libros. Cuándo no, algún desgraciado nos ha dejado con el hueco en la blusa precisa que no sacabas hace años y que justo te ibas a poner para este compromiso que tienes en 1 hora y que es la única que le va a esa falda con esos zapatos y la cartera porque es tu único conjunto que tienes armadito así listo (¿o seré sólo yo?) El punto es que hay insectos varios que comen colecciones en museos, galerías y archivos. Una amiga me contó que sólo el año pasado le comieron 7 libros en su biblioteca. Yo tuve que botar una vaporera de bambú en mi casa - ahí se fue la dieta de verduras al vapor. Lo cierto es que estos insectos comen felicidad y tampoco podemos estar fumigando una vez al mes, porque no queremos morir también nosotros además de encapotar nuestras colecciones de químicos residuales que no sabemos cómo podrían afectar las colecciones a largo plazo, además de que algunos causan daños letales a la fauna local (e.g. las abejitas), y además de que muchas fumigaciones hacen que los insectos se acostumbren y se hagan resistentes. Cuidados y advertencias sobre fantasmas del pasadoAntes de empezar, por favor tengan en cuenta que muchos de nuestros materiales han sido tratados en el pasado remoto y no tan remoto por estas fumigaciones y pesticidas que intentaremos evitar.
Tengan cuidado cuando manejen materiales orgánicos que llevan mucho tiempo en su colección porque un@ nunca sabe con qué han sido fumigados en el pasado, y lamentablemente hay ciertos químicos que contenían mercurio, arsénico, y polvo de hadas estilo Maleficent, entre otros, que se absorben por la piel incluso con el paso del tiempo. Tengan el ojo abierto y la nariz atenta si tratan con materiales como madera, textiles y mates arqueológicos. Muchos de ellos fueron tratados obligatoriamente estilo producción en serie Ford porque así se hacía conservación antes. Tengan cuidado con “polvos blancos” sobre materiales. ¡No siempre son sales! Por favor no anden metiendo la nariz a todos lados como sabueso, pero si huelen algo que no les tilda como de particularmente “orgánico” (es difícil de explicar ese olor a fumigado antiguo pero con el tiempo se reconoce), por favor pónganse una máscara de vapores orgánicos inmediatamente y eviten estar encerrad@s con ese material en lugares con poca ventilación. Tengan cuidado porque la nariz se acostumbra, y después de un tiempo puede que ya ni se den cuenta del olor, pero sí del dolor de cabeza que tienen. Incluso la tan usada naftalina ya se prohíbe en Europa porque se ha probado tiene tendencias cancerígenas. Si tienen ambientes que apestan a naftalina, por favor airéenlos y no pasen mucho tiempo en esos ambientes sin protección especial. (Incluyo aquí los armarios de las abuelitas).
Recuerden por favor que no porque "siempre se ha usado sin protección y no pasa nada" no significa que un preservante de madera o químico pesticida no les esté haciendo daño. El daño interno por químicos es cumulativo. Puede que no les pase nada desde hace mucho tiempo que usan algo, pero quizá en 10 o 20 años, ese cáncer que les dignostiquen estará fundado en sus acciones de hoy.
1 Comment
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10/10/2022 10:09:51
Buenos días señor / señora,
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AutoraMi nombre es Angélica Isa. Me interesa la mejora del posicionamiento social de los museos en el ojo del visitante peruano a través de pequeños cambios y esfuerzos que se puedan hacer con mínimo presupuesto y personal. Archivos
Agosto 2019
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